domingo, 29 de octubre de 2017

Los valores en la familia remiten al establecimiento de comportamientos y actitudes a los que se pone en un lugar de importancia. Los mismos son inculcados por los padres a los hijos a veces de forma explícita y a veces de forma inconsciente, a partir del ejemplo que se brinda. Para cualquier niño esta transmisión es de enorme importancia, por lo menos hasta que tenga edad como para decidir si los valores inculcados tienen fundamento o no.La responsabilidad principal de la comunicación de valores en una familia corresponde a los padres. Esta circunstancia está reconocida de gran importancia; de hecho, está sugerida en la “Declaración de Derechos Humanos”. Así, cabe a los padres el hecho de enseñar a sus hijos valores que consideren adecuados de forma prioritaria. La escuela u otras instituciones educativas a lo sumo podrán servir de auxiliares en esta tarea. Este reconocimiento hacía los padres se debe principalmente al hecho de que son estos los que generalmente tienen el mayor interés en el buen desarrollo del niño.Es importante hacer notar que los valores que con mayor facilidad se inculcan son aquellos que se demuestran con el ejemplo. Por el contrario, difícilmente se pueda tratar de inculcar un valor que en la práctica se desdeña continuamente. En este sentido hay que reconocer que en muchas ocasiones existe un claro defecto por parte de los progenitores, que tienden a comportarse de forma muy alejada a aquello que se pregona. Es importante tener en este aspecto un alto grado de responsabilidad, puesto que los menores carecen de herramientas de análisis como las que posee un adulto.


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